Las enfermedades oncológicas afectan tanto a hombres, mujeres, adolescentes y niños, los cuales se han visto en la necesidad de recurrir a tratamientos para mejorar su apariencia física y sentirse mejor consigo mismos luego de haberse sometido a cirugías, que suelen afectar directamente la estabilidad emocional de los pacientes, debido a las lesiones que dejan en el cuerpo.
Hoy gracias a los avances de la ciencia, existe la estética oncológica, la cual se encarga de corregir y colaborar para disminuir y contrarrestar los efectos secundarios que generan los tratamientos oncológicos o problemas a nivel estético producto de esta situación.
El objetivo principal de poder incorporarla dentro de una unidad hospitalaria de oncología es el de colaborar en un voluntariado para que los pacientes cuenten gratuitamente de un servicio de cuidados faciales y corporales con soportes específicos en estética y que mejoren su calidad de vida y eleven su autoestima durante el tratamiento oncológico, con apoyo psicológico y espiritual, pudiendo brindarles también información para su conocimiento y ayudarlos a reducir el impacto de los efectos secundarios en su piel y cuerpo en general.
Rol del voluntariado
Es importante lograr que el paciente reciba un tratamiento complementario como apoyo al tratamiento médico, que ayude a mejorar su calidad de vida, lográndolo a través de una labor conjunta con profesionales y voluntarios de las distintas áreas de la unidad oncológica para lograr una mejor y mayor integración, que permita también que el paciente se sienta mejor cuidado en todos los aspectos de su enfermedad y estimulando la actividad del voluntariado e involucrándose también ellos mismos, en el espacio donde se realice la tarea. De esta manera todos puedan también crear conciencia de la importancia de los cuidados que un paciente oncológico necesita para prevenir algunos de los efectos secundarios derivados de este tipo de tratamiento.
Actividades de la estética oncológica
En primer lugar requiere de la detección de necesidades particulares de cada paciente a través del área médica responsable del espacio, realizando en forma conjunta un diagnóstico para prevenir y paliar patologías asociadas a los efectos y sintomatología del tratamiento oncológico (como por ejemplo, eritemas, hiperqueratosis, involución cutánea, sarpullidos, hipersensibilidad, discromías cutáneas, caída del cabello, sequedad en el rostro y en las manos, deterioro de las uñas, etc.)
También tendrá la función de brindar información útil a pacientes y familiares de los mismos, en cuanto a cambios de hábitos a tener en cuenta, la higiene en el hogar, su hidratación, esparcimiento, prevención, etc.
Es necesario informar sobre la preparación previa de la piel en el paciente a recibir el tratamiento oncológico especificado y los procedimientos cosmiátricos durante y después del tratamiento oncológico como así también las interconsultas con el médico oncólogo director de la unidad, y con dermatólogos, infectólogos e incluso enfermeros que se encuentran abocados a la tarea de coordinación para el diagnóstico y tratamiento adecuado a las necesidades de cada sintomatología.
Es importante también la capacitación, a través de cursos, talleres, charlas o seminarios y prácticas, dirigido a profesionales, locales o de otras regiones, que deseen formarse para realizar el trabajo del voluntariado o bien si deseen solo informarse sobre el tema.
Tipos de tratamiento
Dentro de la labor en estética son importantes los tratamientos descongestivos para disminuir eritemas, telangiectasias e inflamaciones provocadas por la radiación, la hidratación de la piel con activos específicos y nutrición en manos y el cuidado de las uñas, que no provoquen reacciones adversas al paciente que está recibiendo la quimioterapia y/o radiación, los drenajes manuales pre y post quirúrgicos y el asesoramiento de imagen a los pacientes, brindando mayores y mejores alternativas estéticas, proporcionando el acceso a la información sobre técnicas y prácticas no invasivas que logren mejorar el aspecto personal ante las situaciones que se presenten.
Indicación y supervisión
Los tratamientos contemplados en la estética oncológica siempre estarán indicados y supervisados por el director médico a cargo de la unidad oncológica.
Atención y espacio de estética
La atención será de manera completamente gratuita únicamente dentro de las instalaciones de la unidad oncológica. Se deberá realizar la labor con pacientes indicados en el espacio destinado por la autoridad sanitaria con la indicación del director de dicha unidad hospitalaria.
Tareas del voluntariado
Los esteticistas matriculados, en conjunto con un equipo interdisciplinario médico y profesionales de psicología que deseen colaborar en el voluntariado estarán bajo la autoridad y cobertura del director de la unidad oncológica, determinando éste los tiempos y espacios que crea conveniente. Cada uno de los profesionales debe trabajar bajo las condiciones exigidas de higiene y seguridad que la profesión les establece.
Pacientes destinatarios de los beneficios
Los pacientes recibirán bajo la indicación del director de la unidad oncológica los tratamientos que requieran o soliciten o sean indicados para los mismos por el facultativo responsable.
Tipo de tratamientos estéticos
Cabe destacar que, además de los cuidados estéticos, estos pacientes requieren de cuidados psicológicos, por lo que el personal profesional admitido, debe estar capacitado para favorecer la comodidad y un ambiente libre de prejuicios. Los tratamientos contemplados en la estética oncológica siempre estarán dirigidos a garantizar el bienestar y devolver la belleza natural a través de protocolos no invasivos.
Productos para los tratamientos
Sin dudas el mejor producto para la atención de las personas es el afecto, el acercamiento a las necesidades primarias, estar al lado de quien lo necesita, escuchar y aconsejar con la justa precisión.
Pero en su extensión a los productos que utilicen los profesionales deben ser productos dermocosméticos aprobados por la AMNAT, reconocidos para pieles sensibles, todo bajo el conocimiento de la autoridad médica máxima de la unidad oncológica aportándolos al paciente de manera gratuita en su tarea de voluntariado, de aplicación bajo procedimientos manuales ya que está totalmente contraindicado el uso de aparatología. Además, los pacientes requieren de productos hidratantes y nutritivos que ofrezcan a la piel las vitaminas que necesita, todo bajo la indicación médica y supervisión del director de la unidad.
Los cuidados personales
Muchos de los pacientes sufren fuertes deterioros por los tratamientos químicos o quirúrgicos a los que son sometidos. Al mismo tiempo, la enfermedad hace de las suyas y las lesiones pueden extenderse a grandes zonas del cuerpo.
Algunos cambios que se evidencian en su cuerpo producto de una cirugía pueden provocar situaciones como:
-Aumento o disminución de peso
-Caída del cabello, cejas, pestañas y vello corporal (lo que se conoce como alopecia)
-Lesiones en la piel donde ha sido aplicada radioterapia
-Sequedad extrema de la piel e hipersensibilidad
-Problemas circulatorios, edema en las piernas, hormigueo en manos y pies
-Alteraciones en las uñas: se vuelven quebradizas, finas y presentan dolor
Todo esto conlleva a un gran impacto emocional, que influye en el paciente, en su familia y amigos, pues supone un deterioro directo en la calidad de vida de las personas.
Los tratamientos de estética oncológica están diseñados para cubrir las necesidades cosméticas básicas que presenta el paciente.
El cuidado de la piel
Este es el principal tratamiento que se debe brindar a los pacientes oncológicos, pues hay que implementar cuidados en la piel, puesto que esta es una de las más afectadas y con mayores lesiones durante el tratamiento oncológico. Se recomienda el uso de elementos de limpieza aptos y productos cosmecéuticos aprobados por la autoridad nacional de salud.
Los masajes en la estética oncológica
Estos son tratamientos demandados para proveerle a la piel la hidratación que requiere luego de recibir quimioterapia o radioterapia. Además, refrescan la piel, mejora la circulación y producen la relajación que tanto necesitan estos pacientes, siempre bajo la indicación y supervisión del médico oncólogo.
Los masajes corporales
Se aplican en todo el cuerpo y su finalidad es brindarle al paciente, a través de productos delicados, la hidratación perdida durante la enfermedad. Por otro lado, los masajes del tipo circulatorio, descontracturante y básico, les ayuda a conciliar mejor el sueño y calmar el dolor muscular causado por las altas dosis de medicamentos, todo esto de acuerdo a lo que el facultativo indique. Los masajes en brazos son los más reconfortantes para el paciente dentro de su tratamiento.
Los masajes faciales
Con estos masajes se busca hidratar la piel seca del rostro afectada por los tratamientos oncológicos, además de activar la circulación en zonas sensibles como los labios y el contorno de los ojos. Aunado a esto, se pueden aplicar suaves productos hidratantes para devolver el brillo natural.
Contraindicaciones en los masajes a pacientes oncológicos
No todos los pacientes requieren de masajes y hasta pueden éstos ser contraproducentes con efectos secundarios no deseables en relación a edemas o trombosis posibles en miembros inferiores o superiores del paciente que pueden producir un deterioro irreversible. Es por ello que sólo el médico actuante será el encargado de determinar la aplicación de los mismos juntos a los profesionales seleccionados y autorizados para tal labor.
El cuidado de las manos
Los masajes aplicados en las manos las rehidrata y las flexibiliza, facilitando el movimiento de las articulaciones y relajación de las mismas.
Para estimular la circulación en miembros inferiores, estos masajes son personalizados y dependerán de la sintomatología que presente el paciente. Generalmente, esta se compone de hormigueo en manos y pies.
A través de los masajes indicados por el oncólogo, en el paciente se logra activar el retorno sanguíneo disminuyendo de esta manera el edema; una condición que se presenta en un gran número de pacientes con esta enfermedad, pero requiriendo de la indicación médica.
Los cuidados capilares
La pérdida de cabello es uno de los síntomas más frecuentes una vez que se inicia el tratamiento oncológico. Es por esto que se recomiendan a los pacientes algunos consejos como evitar el uso de tintes, permanentes o cualquier procedimiento químico durante este periodo, utilizar productos para la higiene del cabello que no causen irritación en el cuero cabelludo. Es parte de la estética oncológica el consejo de usar pañuelos, turbantes, gorras o sombreros e incluso pelucas de ser necesario, cortar el cabello en el momento prudente y aplicar un plan de masajes capilares y faciales concretos.
Los cuidados afectivos
Mientras el profesional desarrolla la labor de atención voluntaria de pacientes es importante considerar el respeto por las creencias, los pensamientos y las condiciones psicológicas del paciente dado a que el objetivo principal de esta tarea se basa en generar el bienestar y elevar la autoestima del paciente mientras se encuentre en el proceso del tratamiento.
Conclusión
Para realizar tratamientos estéticos oncológicos se debe contar con un equipo multidisciplinario, que colabore con sus conocimientos para crear las técnicas más propicias de acuerdo al tipo de afección.
Las enfermedades oncológicas, además de lesionar el cuerpo, también afectan en gran medida la parte psicológica. En este sentido, la estética oncológica contribuye a aumentar la autoestima, tan afectada en estos procesos.
Es importante que tanto el paciente como su familia formen equipo de la mano con el voluntario esteticista para brindarles entereza y seguridad.